Mesopotamia
Mesopotamia (del griego: Μεσοποταμία, meso-potamía, ‘entre ríos’, traducción del antiguo persa Miyanrudan, ‘la tierra entre ríos’, o del arameo beth nahrin, ‘entre dos ríos’) es el nombre por el cual se conoce a la zona del Oriente Próximo ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, si bien se extiende a las zonas fértiles contiguas a la franja entre los dos ríos, y que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak y la zona limítrofe del noreste de Siria.
El término alude principalmente a esta zona en la Edad Antigua que se dividía en Asiria, al norte, y Babilonia al sur. Babilonia, a su vez, se dividía en Acadia (parte alta) y Sumeria (parte baja).[1] Sus gobernantes eran llamados patesi.
Historia
En el interior de Mesopotamia, la agricultura y la ganadería se impusieron entre el 6000 y el 5000 a. C., suponiendo la entrada de lleno al Neolítico.[2]
Durante este período, las nuevas técnicas de producción que se habían desarrollado en el área neolítica inicial se expandieron por las regiones de desarrollo más tardío, entre ellas la Mesopotamia interior.[2]
Este hecho conllevó el desarrollo de las ciudades.
Algunas de las primeras fueron Buqras, Umm Dabaghiyah y Yarim y, más tardíamente, Tell es-Sawwan y Choga Mami, que formaron la llamada cultura Umm Dabaghiyah. Posteriormente ésta fue sustituida por las culturas de Hassuna-Samarra, entre el 5600 y el 5000 a. C., y por la cultura Halaf entre el 5600 y el 4000 a. C. (Halaf tardío).[3] [2]
Cultura
Las culturas de Mesopotamia fueron pioneras en muchas de las ramas de conocimiento; desarrollaron la escritura que se denominó cuneiforme, en principio pictográfica y más adelante la fonética; en el campo del derecho, crearon los primeros códigos de leyes; en arquitectura, desarrollaron importantes avances como la bóveda y la cúpula, crearon un calendario de 12 meses y 360 días e inventaron el sistema de numeración sexagesimal.
Ciencias
El cálculo floreció en Mesopotamia mediante un sistema de numeración decimal y sistema sexagesimal, cuya primera aplicación fue en el comercio.
Además de la suma y resta conocían la multiplicación y la división. A partir del II milenio a. C. desarrollaron una matemática que permitía resolver ecuaciones hasta de tercer grado.
Conocían asimismo un valor aproximado del número π, de la raíz y la potencia, y eran capaces de calcular volúmenes y superficies de las principales figuras geométricas.[16]
La astronomía floreció de igual forma. Los sumerios sabían distinguir entre planetas –objetos móviles– y estrellas.
Pero fueron los babilonios quienes más desarrollaron este campo, siendo capaces de prever fenómenos astronómicos con antelación.
arte y cienci
Arte
En la fértil de una y otra llanura, abundantemente regada en su parte inferior por los dos ríos que delimitan esta civilización, se produjo muy pronto la sedentarización de los pueblos nómadas que pasaban por allí convirtiéndose en agricultores y desarrollando una cultura y un arte con una sorprendente variedad de formas y estilos.[18]
Religión
La religión era politeísta, en cada ciudad se adoraba a distintos dioses, aunque había algunos comunes. Entre estos podemos ver a:
Anu: dios del cielo y padre de los dioses.
Enki: dios de la Sabiduría
Nannar: dios de la Luna
Ea: creador de los hombres
Enlil: dios del viento.
Sumerios-Acadios
Los sumerios
Fue la primera civilización mesopotámica. Después del año 3000 a. C. los sumerios crearon en la baja Mesopotamia un conjunto de ciudades-Estado: Uruk, Lagash, Kish, Uma, Ur, Eridu y Ea cuyo medio económico se basaba en el regadío.
En ellas había un rey absoluto, que se hacía llamar «vicario» del dios protector de la ciudad. Fueron los primeros en escribir (escritura cuneiforme), también construyeron grandes templos.
Invasión persa
En el año 539 a.C., el rey persa Ciro, el nuevo rey de Asia, ocupó Babilonia y estableció su poder en toda Mesopotamia.
Si bien Ciro fue un gran conquistador, el constructor del imperio persa fue Darío, "el gran rey", quien lo organizó quince años después de la muerte de Ciro.
Los reyes que sucedieron a Darío llevaron una vida de opulencia que nada tenía que ver con sus antecesores, lo que los llevó a la decadencia. Fue así como los macedonios, al mando de Alejandro Magno (331 a.C.), conquistaron para sí todo el imperio persa. Los persas dominaron hasta el siglo IV a.C.[14] .
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